En un rincón apartado de la realidad se halla la consulta de un psicólogo, un espacio donde las paredes se funden entre el presente y lo imaginado. Al interior de...
En un rincón apartado de la realidad se halla la consulta de un psicólogo, un espacio donde las paredes se funden entre el presente y lo imaginado. Al interior de la habitación una familia está sentada, envuelta en un silencio denso, como si cada palabra no dicha pesara sobre sus hombros. No hay figuras claras; las identidades de los presentes se desvanecen en sombras y colores. Cada uno, a su manera, parece llevar una carga invisible, un reflejo de la fragilidad humana.