Éter: Tomás Quezada

22 Junio - 17 Julio 2021

"Nada prueba que somos más que nada."

E.Cioran

 

La muerte es un tema que me atrae mucho, pienso, quizás, que es una gran incógnita. Un enigma. Las religiones nos hablan de este punto en adelante, nos ofrecen supuestos, y la verdad es que, para muchos, funciona. Para mí es difícil compaginar una formación espiritual con la duda natural, y difícil también para quien crea y se manifiesta visualmente, tener en cuenta la dimensión espiritual a la hora de crear, no por seguir la recurrencia de que el artista occidental es también un místico o alguien especial, sino porque siempre ha habido teatro en mi cabeza.  Cuando uno cultiva la pintura y la poesía, necesita de ciertas estructuras emocionales, cognitivas e intelectuales, para descubrir respuestas mediante lo que uno hace, y más importante, para no dejar de preguntarse. Esto no significa que pienso que para crear hay que creer en todo, pero me preocupa como artista, la construcción de realidad respecto al universo observable. Y siento que en gran medida los grandes programas socio-espirituales de nuestra civilización, han influido mucho en como uno percibe esta gran incógnita, y también como uno ha de responder creativamente ante ella. Es cosa de ver el renacimiento, su temática, al menos la más general. En esto también las ciencias hacen su parte. ¿Acaso, la ciencia, originalmente, no busca responder la pregunta de la creación? Creo que todas las categorías, todos los temas, motivos, políticas, que conocemos a través del arte, confluyen en la muerte. En hallar respuesta y trascender. En la única cosa que nos hace comunes.

 

Ante esto, el trabajo que presento aquí deviene espiritual, aunque solo de una manera simbólica. No de la forma en que lo expresa quizás un pintor suprematista, ni tampoco con ánimos de volver a la síntesis en la representación mediante un programa espiritual. Si no que, de manera sugestiva y teatral. Creyéndome el cuento de que lo que hago es especial, por lo tanto, es sobrenatural.

 

Es por esto que he decidido llamar esta muestra "Éter". - "Así como escucho el éter, pinto".

 

Para mis estas piezas son el resultado de un momento en que creaba con la motivación de que lo que hago no lo hace nadie más en kilómetros, al menos no de la forma en que yo lo hago, por lo tanto, sucedía rápido e invisible, casi como una manifestación fantasmagórica. Creo que el artista para crear debe convencerse de lo que cree y de lo que es capaz de hacer. Aun cuando gran parte de esto sea un juego personal en su cabeza. Estas piezas intentan evidenciar ese juego al presentar elementos reconocibles, (el espectro, la piedra, la planta) visiones de lugares naturales, con una visión flotando al medio y elementos inconexos entre sí. Como si lo que representara es lo que viera en este trance, algo que finalmente no ocurre dado que todo es imaginación, teatro. Pero he ahí el juego, en donde finalmente algo me responde y me reconforta ante el silencio.


Tomás Quezada Cruzat.

Coquimbo.2021.