11:11 hace referencia a un código u hora mágica, que según afirman algunos, sería una especie de desafío a la racionalidad como forma de entender el mundo e introduciría la Sincronía como concepto que descarta la coincidencia como explicación de ciertos hechos o experiencias.
Según lo descrito por Marleau-Ponty en su ¨Fenomenología de la Percepción¨, el origen del conocimiento humano parte de la experimentación a través de todos los sentidos y no tanto de la deducción científica. En una era en donde la ciencia y la tecnología nos atropellan con todo tipo de avances, haciéndonos sentir incertidumbre y ansiedad, la invitación de Pitzi Cárdenas es a detenerse y mirar hacia adentro y percibir con más que los ojos.
En 11:11 (Cómo desaparecer de a poco), la artista reflexiona sobre los sucesos, recurriendo a la pintura como método meditativo que la conecta con el mundo de la percepción. Un mundo que se aleja de la racionalidad como guía y maestra en la comprensión. Un viaje al interior. En el momento en que la obra sale de la propia experiencia de la artista, se expone y es captada por los expectadores, esta se transforma en un gatillante del subconsciente del observador. Estos personajes misteriosos que podrían haber salido de los sueños de muchos de nosotros, nos enfrentan y nos preguntan qué recuerdos, qué experiencias, qué sentimientos nos afloran al mirarlos con detención.
El sicoanálisis de Jung considera al agua como espejo del alma, muchas culturas consideran que el agua limpia no solo el cuerpo sino que también el alma, el agua es la fuente de la vida y también de la intuición. Por lo tanto, no es trivial la elección de la acuarela como medio de expresión. Las acuarelas, que por el efecto del agua hacen que el dibujo, depósito de la racionalidad y la observación, pierda la precisión, nos obligan a trabajar con el azar, la intuición, la falta de certezas. En este sentido observar el trabajo de Pitzi Cárdenas en estas seis acuarelas de gran formato nos invita a dar espacio a creer que las sincronías se dan y lo que parece lógico, ordenado y racional no es lo único que cabe en la gran necesidad que tenemos de abarcar el mundo a través de nuestros sentidos.
• Daniela Claro
En 11:11 (Cómo desaparecer de a poco), Pitzi Cárdenas, se enfrenta a la crítica pregunta de cómo se pinta el retrato de lo que lentamente comienza a desaparecer. Acá sus personajes, envueltos en un halo de misticismo cósmico, nos observan o nos invitan a que observemos una verdad que está más allá de las formas y de los colores, mientras son absorbidos por el espacio. Los inquietantes seres que habitan en las acuarelas de Pía parecen habitar formas mucho más abstractas en este formato amplio, la expresividad de sus pinceles se desborda en este mapeo estelar, llenándonos de imágenes de una poesía visual muy personal, aquella mirada omnipresente que nos nos invita a encontrarnos con la óptica de alguien que parece ver todo desde un lugar privilegiado.
• Milton Jame