La historia recrea las siluetas de un mundo en desaparición,
conteniendo las voces y los malabares de un tiempo en agonía.
La luz provoca por su ausencia el esbozo de una realidad provisoria.
La materia se transforma en resonancia de cada periferia.
Son murallas exactas contemplando su propio imposible,
latiendo y transmutando, como la piel abierta por el tacto en la presencia de un sueño.
Cada existencia en la duda y la textura de ese límite.
Son signos urbanos, espejismos paralelos de existencia como antídotos del otro,
en esa promesa una posibilidad plena se construye para trastocar la realidad y trasmutar los tóxicos.
Las sombras son los acertijos del espacio-tiempo de una realidad cuestionada;
es la proyección de líneas indirectas de los párpados caídos en el polvo
donde la obscuridad aspira a ser luz
y donde la luz recorre el espacio hasta perderse en su propia obscuridad.
Gaspar Zurita
Noviembre 2019
Son las estaciones de trenes, grúas, etc. iconos del borde costero de la ciudad portuaria de Valparaíso, aquel que alguna vez vivió el esplendor de la industrialización. Imágenes urbanas-primitivas, las que Hermann Schmidlin exhibió por primera vez, de manera individual en su puerto de origen.
Fotografía, digitalización, traspaso a la matriz de madera o linóleo, para luego ser la imagen impresa, sobre la tela alquitranada y refijada con polvos de relieve,termográficos, mediante fuego. Alquitrán y óleo blanco se funden sobre la tela en tramas monocromas dadas por la migración de capas. Absorción de la tinta por el alquitrán y adsorción de la materia alquitranada por el óleo blanco.